Entrando al ascensor
Cuando Jonah entró en el ascensor aquel día destinado a cambiar su vida, no tenía ni la más mínima idea de que un acto tan cotidiano iba a transformar su existencia por completo. En un rincón, había una joven. Sus miradas se cruzaron brevemente, estableciendo un vínculo fugaz pero extrañamente significativo.
Jonah ingresó al ascensor en la planta baja, su mente ocupada con la anticipación de una reunión importante que lo esperaba en la parte superior del edificio. Esta reunión con su jefe no era una conversación ordinaria; era significativa y podría cambiar el curso de su carrera. Ascender al último piso simbolizaba más que un simple desplazamiento; era un viaje hacia un hito profesional significativo.