Dos años de felicidad
Podría sonar como el guion de una película de Hollywood, pero lo que les ocurrió a Sandy y Megs fue una realidad cruda y dolorosa. Durante un lapso de dos años, ambas mujeres vivieron en la ignorancia más absoluta, creyendo que los niños a los que habían cuidado, amado y considerado como propios desde su nacimiento eran efectivamente los hijos que habían traído al mundo. Fue un acto de fe y de amor incondicional que, tristemente, se vio ensombrecido por una impactante revelación.
La noticia que remeció todo finalmente se hizo pública en el año 1991, sacudiendo profundamente el mundo emocional y familiar de ambas madres involucradas. La revelación no fue solo un titular impactante, sino que también implicó un profundo cambio en la vida de estas dos familias, abriendo una caja de Pandora de emociones y preguntas sin respuesta.