Derek se sentía satisfecho
Derek realmente no reflexionó mucho sobre lo que hizo ayer. Lo único que tenía claro era que su cuenta bancaria lucía sospechosamente más abultada de lo normal y que Lisa, siempre tan confiada, no tenía ni la menor sospecha. No pudo evitar sonreír con suficiencia mientras revolvía su café, saboreando la idea de salirse con la suya un día más.
Con una sonrisa discreta, se regodeaba en la satisfacción de sortear las reglas con pequeñas trampas una y otra vez. Los habitantes de este lugar tan diminuto no tenían más remedio que recurrir a él para sus necesidades, dotándolo de un aire de poder indiscutible. Se deleitaba en ser el único referente, un pequeño monarca reinando supremo en su humilde dominio.